El Palacio de Knossos tenía un sistema de fontanería muy sofisticado, que incluía inodoros con cisterna y acueductos de piedra. Lo verdaderamente sorprendente es el uso de tuberías de terracota para el suministro de agua caliente y fría, una innovación que parece sorprendentemente moderna, pero que se desarrolló hace más de 3.500 años.